domingo, 31 de mayo de 2015

REFLEXIÓN SOBRE LA NUTRICIÓN Y LA AUTODESTRUCCIÓN

¡Buenas buenas!

Como ya les había comentado en una entrada anterior, empezaré a comentarles cositas sobre las que he estado pensando, sí, sé que lo escribo el mismo día pero he ido guardando mis ideas para luego redactarlas y después dárselas a conocer.

Una de estas ideas es sobre las recomendaciones de la dieta después de la cirugía. No he comenzado pero es un aspecto que me tiene dando vueltas.

No sé si les había pasado, pero aunque siempre comí mucho y muy rico, la mitad de las veces aguanté MUCHISIMA HAMBRE, decía que era porque no tenía tiempo para comer, que no me daba hambre, que se me olvidaba comer.

 ¡Mentira! (si algún día una de mis amigas leer este post me odiará, porque ellas siempre fueron muy juiciosas con los horarios de comida y siempre les dije que no sentía hambre, que no me gustaba comer ¡Ja! ¿Pueden creerlo?). Pero no era un hambre voraz, de esas que suelen hacerte sonar las tripitas o que te hiciera sentir mal, desfallecido del hambre, con frio, mareos, etc. No, todo lo contrario, era tolerable y en algunos casos me gustaba sentirla. Aun así ya era gorda.

Entendí después de hablar la primera vez con la nutricionista que había dañado por completo mi metabolismo, que esa era una de las razones (la más importante) por la cual seguía siendo gorda ¿Quién lo diría no? Ya me lo habían dicho antes, pero a palabras “necias” oídos “sordos” y estomago mudo.

Cuando me hicieron la endoscopia ¡Oh sorpresa! Tengo Gastritis Crónica ¿no que eso dolía? Sí, pero al igual que muchas cosas en mi vida, me acostumbre a sentir ese dolor, lo confundía con hambre y nunca le hice caso. Mi cuerpo inteligentemente me decía que necesitaba y nunca le hice caso.

Desde hoy les digo  ¡Hago un compromiso conmigo de ahora en adelante primero hacerle caso a mi cuerpo! 

Si lo escucháramos, sabríamos lo que necesita y nunca estaríamos enfermos. (Ok al menos que presentes una enfermedad predeterminante, autoinmune, hereditaria o congénita)

Creo que la palabra clave aquí es ¡HORARIOS! Sí, mi nutricionista me recomendó que fuera OBSECIVA con los horarios, que colocara alarmas en mi celular… ¡CADA 3 HORAS! Jajajaja no saben lo difícil que eso va a ser para mí, soy muy poco constante.

Si me alimento adecuadamente cada 3 horas y consumo 2 litros de líquidos durante el día me aseguró que podría llegar a estar delgada y saludable. Que dependería de mi terminar anémica o con osteoporosis.

En fin… quería comentarles eso, todos tenemos malos hábitos, que creo que se generan cuando hay vacíos sentimentales.  Desde hoy me propongo a hacer las paces conmigo, amarme, aceptarme, ayudarme, consentirme, mimarme y sobre todo… Valorarme.

Hice sufrir mi cuerpo durante mucho tiempo, lo lastimé, todo el tiempo lo mantenía  a la raya y aun así era el culpable de todo lo que me pasaba (hablo como si fuéramos dos, pero lo somos) En toda relación saludable, de parte y parte se debe hacer cambios para que siempre funciones y desde el día de la cirugía comencé la mejor relación del mundo.

 (Novio mío si lees esto no te estoy cambiando jajajaja pero primero debo empezar a amarme adecuadamente para dar ese amor a los que me rodean, incluyéndote. Te amo)

No siendo más, esa era la reflexión que quería dejarles, dejar la autodestrucción, nada bueno nos deja y si cuando nos damos cuenta, el daño está hecho y toca trabajar el doble para curarlo o al menos, tratar de mejorarlo.

¡Feliz día a todos!

Paula.


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